Pedro Paton

IRONMAN UK · 14 July 2019 ·
Querido amigo
En primer lugar, gracias por dedicar unos minutos a leer mi historia y ayudarme con tu donación en la lucha contra el Alzheimer.
Hace dos años me embarqué en una emocionante aventura: el desafío de preparar mi cuerpo y mi mente para participar en un Ironman; un triatlón de larga distancia que consiste en nadar 3.8 km, seguido de un recorrido en bicicleta de 180 km y acabando con una carrera a pie de 42 km, todo en menos de 17 horas.
Aunque este reto forma parte de mi locura personal, quiero usarlo como una oportunidad para recaudar y donar fondos para apoyar a la Alzheimer’s society en su labor para ganar la batalla contra la Demencia, con especial énfasis en el Enfermedad de Alzheimer.
Como ya sabréis, esta enfermedad no solo afecta al individuo quitándole sus recuerdos más preciados, sino que también inunda con mucho sufrimiento a sus familiares y amigos.
Personalmente, mis dos abuelas han sido diagnosticadas con Alzheimer y, lamentablemente, he visto que la enfermedad progresar en ella a lo largo de sus diferentes fases.
La foto adjunta es de mi abuela mayor, postrada en cama durante los últimos tres años. Ya no habla ni abre los ojos. A veces canta canciones de su juventud porque parece que los recuerdos que duran más son los más antiguos. Sin embargo, agarra con firmeza con sus manos como si volver a conocer de nuevo, como si una parte muy profunda dentro de ella quisiera comunicarse otra vez.
Cada caso es diferente, mi abuela comenzó a mostrarse más desorientada y a olvidar cosas menores. Al principio no reconocía su propia casa, luego ella comenzó a empeorar rápidamente. No podía caminar y no podía recordar quiénes eran esos chicos (mi hermano y yo) que la visitábamos :-(.
Nunca ha dejado de cantar sin embargo.
Tal vez éramos demasiado ignorantes a la enfermedad que le estaba afectando hasta que fue demasiado tarde.
Por otro lado, está mi otra abuela, 15 años más joven y también diagnosticada con Alzheimer el año pasado. Por suerte, la enfermedad todavía no se ha manifestado de manera demasiado agresiva y, con el tratamiento, podemos retrasar su progresión. Todos los días le ponemos unos parches que le ayudan a retrasar lo inevitable.
Mi propia experiencia me ha hecho vivir los dos lados de la moneda y ahora pido tu donación para apoyar la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos que puedan controlar, retrasar y prevenir esta enfermedad y mantener a nuestros seres queridos tan lúcidos como podamos, como mi abuela.
Y el Ironman y yo, ¿cómo nos va?
Con un trasfondo totalmente diferente, mi entrada en esto comenzó cuando vine a vivir al Reino Unido hace casi 4 años. Recuerdo que acababa de empezar a trotar, sintiéndome bastante bien cada vez que podía aumentar la distancia poco a poco. Comencé a hacer 5 km, 8 km, a veces incluso 10 km, hasta que me inscribí en una media maratón que tardé 2 horas y media en completar y que me dejó cojeando unas semanas. (¿Cómo alguien podría hacer esto y disfrutarlo? - pensé).
Tampoco me sorprende, en aquel entonces pesaba casi 20kg más que ahora!
Poco a poco empecé a aumentar las distancias y a perder peso, sintiéndome más enérgico y bien conmigo mismo. ¡Realmente disfrutaba perdiéndome en estos prados tan bonitos que este país me brinda!
Después de unas cuantas carreras más y de mejorar mi fitness, algo que parecía completamente imposible y solo al alcance de unos pocos súper humanos se volvió tangible y decidí inscribirme a un Ironman en 2017, lo que me llevaría hasta este punto en el que ya son dos años preparando mi cuerpo y mi mente.
Representa un gran desafío y, en este momento, trae disciplina y un sentimiento de satisfacción a mi vida y, con suerte, con la visibilidad que me brinda, podré crear conciencia sobre la batalla contra la Demencia.
Obviamente, sería ingenuo si no pensara en los riesgos que esto conlleva y la gran posibilidad de no poder terminar la carrera después de todo. Sin embargo, no estaría tan triste si se diera el caso.
Ha sido un viaje de dos años donde he sufrido, aprendido y disfrutado.
El compromiso diario ha sido el verdadero desafío. Sacrificar el tiempo con mi gente y otros deberes para entrenar ha sido difícil, pero estoy orgulloso de donde he llegado.
También he tenido la oportunidad de encontrarme a mi mismo durante las largas sesiones de entrenamiento, como un tipo de meditación.
Muchas gracias de corazón.
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