In July, I’ll be attempting to summit Mont Blanc with my brother (and keen alpinist) Christopher, to raise funds for SkatePal. The idea of climbing Western Europe’s highest peak started as a fantasy after spending time in the Alps with him last June and being struck by the feeling I had there. His description of the feeling on Mont Blanc's summit at 4800m—standing on the ground with nothing but sky and clouds above—still gives me chills. If I can achieve this, it will be a huge personal milestone, and I want to use it to support a cause close to my heart.

My Chosen Charity

SkatePal has been working in Palestine since 2013, helping to build a self-sustaining skateboarding scene for both boys and girls. They provide skateparks, equipment, and support to local communities, empowering young people through skateboarding. Having experienced the positive impact of skating so much in my own life, and having spent much of my adult life working with young people, I believe SkatePal offers something invaluable to those in Palestine.

Whilst humanitarian aid focuses on the essentials I think that children have a need to think about something beyond survival. They need a chance to be kids– to have fun, have hobbies, and have something which connects them with the outside world. Skateboarding is an activity which goes beyond any social, economic, political or gender boundaries and I think that in such uncertain times having a safe space to go and be active with friends and mentors makes a huge difference to the young people living there.

Watching the situation in Palestine worsen over my lifetime, especially in the past year, has left me feeling helpless. Living abroad, I’ve seen my own government remain complicit, refusing to take a stand against the ongoing atrocities. I want to make a difference, however small, and inspire others to do the same.

Any money that I raise for SkatePal will go to Skateboarding.PS and the Gaza Skate Team, who need equipment and costs covered to run local events, classes and workshops at skateparks around Palestine, as well as workshops at the SkatePal office in Ramallah.

Getting to Mont Blanc Summit

I began training in November, and have since with Christopher’s help laid out a 6-month plan to reach the summit safely in the start of July. Our route (known as The Pope Route) will take us from the Italian side of the Alps, climbing around 1300m of elevation over three days. I’ll spend two weeks in Chamonix at the end of June to train at altitude and further prepare.

With years of experience behind him and having climbed Mont Blanc and skied its north face himself, over many years I've listened to stories and anecdotes from my brother's various climbs and expeditions, and though intrigued, I never thought I would try to do anything similar myself. This being said, Christopher is not a trained mountain guide and I will not be getting sherpa'd up there. I also have very little mountaineering experience myself, and climbing any mountain summit is not to be taken lightly. With all this in mind, I will be working as hard as I possibly can from now until July to be ready for it– following a training plan, regular planning calls with Christopher and many hours of self study on anything and everything mountain related.

Climbing Mont Blanc for SkatePal will be my main motivator, and any support, no matter the size, will mean the world to both me and the communities in Palestine. Your donation will make a real difference.

Thank you for your generosity,

Michael

Versión en español

En Julio, voy a intentar subir al pico de Mont Blanc con mi hermano (y ávido alpinista) Christopher, para recaudar fondos para SkatePal. La idea de escalar el pico más alto de Europa Occidental empezó como una fantasía después de pasar tiempo en los Alpes con él el junio pasado, afectado mucho de la sensación que tenía ahí. Su descripción de la sensación en la cumbre del Mont Blanc a 4800 m—de pies en el suelo y nada más que cielo y nubes arriba—todavía me pone la piel de gallina. Si pudiera lograr esta sensación, sería un logro muy grande para mi, y lo quiero usar de manera para apoyar una causa muy cerca de mi corazón.

Mi Fundación Elegida

SkatePal está trabajando en Palestina desde 2013, ayudando a formar una escena de skate para niños y niñas igual. Proporcionan skateparks, equipamiento, y apoyo a las comunidades locales, dando poder a la gente joven a través del skate. Habiendo experimentado tanto el impacto positivo del skate en mi propia vida, y habiendo pasado una gran parte de mi vida adulta trabajando con gente joven, pienso que Skatepal ofrece algo invaluable a la gente de Palestina.

Mientras que la ayuda humanitaria se enfoca en lo esencial, pienso que los niños tienen una necesidad de pensar en algo más allá que la supervivencia. Necesitan una oportunidad para ser niños: divertirse, tener pasatiempos y tener algo que los conecte con el mundo exterior. El skateboarding es una actividad que supera límites sociales, económicos, políticos y géneros y pienso que en estos momentos tan inciertos tener un espacio seguro para estar activos con amigos y mentores igual hace una diferencia muy profunda a la gente joven que vive ahí.

Viendo como la situación empeora en Palestina a lo largo de mi vida, especialmente en el último año, me ha dejado sintiéndome impotente. Viviendo en otro país, he visto a mi propio gobierno seguir siendo cómplice, negándose a tomar una postura contra las atrocidades que continúan ocurriendo. Quiero hacer una diferencia, por muy pequeña que sea, e inspirar a otros a hacer lo mismo.

Cualquier donación que recaude para SkatePal irá directamente a Skateboarding.PS y a Gaza Skate Team, que necesitan equipamiento y cubrir gastos para organizar eventos locales, clases y sesiones en los skateparks de Palestina, así como sesiones en la oficina de SkatePal en Ramallah.

Llegar a la cumbre de Mont Blanc

Empecé entrenando en noviembre, y desde entonces, con el apoyo de Christopher, hemos hecho un plan de 6 meses para seguramente llegar a la cumbre a primeros de julio. Nuestra ruta (conocida como ‘la ruta de Pope’) nos llevará desde el lado de los Alpes italianos, escalando hasta 1300 metros en vertical durante 3 dias. Pasaré dos semanas en Chamonix a finales de junio para entrenar y prepararme más con la altitud.

Con años de experiencia y habiendo escalado Mont Blanc y esquiado la cara norte, pasaba años escuchando historias y anécdotas de las expediciones y escaladas de mi hermano, y a pesar de estar intrigado nunca pensaba que yo mismo iba a intentar hacer algo similar en mi vida. A pesar de eso, Christopher no es un guía de montaña, y tampoco seré llevado a la cumbre de la montaña. También tengo muy poca experiencia en alpinismo, y escalar la cumbre de cualquier montaña no debe tomarse a la ligera. Con esto en cuenta, estaré trabajando todo lo que pueda desde ahora hasta julio para estar preparado– siguiendo un plan de entrenamiento, reuniones por videollamada con Christopher y muchas horas de estudio propio sobre cualquier cosa relacionada con montaña y alpinismo.

Escalar Mont Blanc para SkatePal será mi mayor motivación, y cualquier ayuda, no importa el tamaño, significará el mundo tanto para mí como para las comunidades en Palestina. Tu donación hará una verdadera diferencia.

Mil gracias por la generosidad,

Michael